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Parador Nacional de Vic-Sau

Tranquilidad y belleza natural

Ubicado en la serena región de Osona, Cataluña, es un tesoro escondido que ofrece una escapada incomparable. Este oasis rural español presenta una mezcla sublime de historia, gastronomía y paisajes impresionantes, proporcionando una experiencia inolvidable a sus visitantes.

Un escenario pintoresco

Situado en un entorno magníficamente tranquilo, se alza sobre un pintoresco paisaje de bosques, embalses y montañas, ofreciendo vistas panorámicas del Parque Natural del Montseny. El lago de Sau, un majestuoso embalse, añade un encanto especial al entorno, particularmente cuando las aguas bajas revelan los restos del antiguo pueblo de Sant Romà de Sau y su iglesia románica.

Arquitectura catalana tradicional

Es un encantador ejemplo de arquitectura catalana tradicional, con una decoración que refleja su entorno rústico y natural. Las habitaciones son cómodas y espaciosas, con ventanales que permiten a los huéspedes disfrutar de la belleza del paisaje circundante. Muchas habitaciones ofrecen vistas al embalse y a las montañas, proporcionando una vista magnífica al despertar cada mañana.

Gastronomía catalana

El restaurante del parador ofrece un menú que celebra la rica gastronomía catalana, utilizando productos frescos y locales. Los visitantes pueden disfrutar de platos como el fideuá, una variante de la paella hecha con fideos en lugar de arroz, o la crema catalana, un postre cremoso con una capa de caramelo crujiente.

Un refugio tranquilo y encantador

Es un lugar mágico. Con su mezcla de historia, cultura, belleza natural y tranquilidad, este parador, ofrece a sus visitantes una auténtica experiencia catalana. Este oasis rural es una prueba de que España tiene mucho más que ofrecer más allá de sus famosas playas y ciudades bulliciosas.

Turismo en Vic-Sau

Con sus calles adoquinadas, edificios históricos y paisajes impresionantes, Vic-Sau se presenta como un lugar ideal para aquellos que buscan sumergirse en la rica herencia de la región y disfrutar de una escapada memorable. 

1

Catedral de Vic

Uno de los tesoros arquitectónicos más importantes de la ciudad. Es una obra maestra gótica que data del siglo XI. Sus imponentes torres y su fachada elaborada cautivan a los visitantes desde lejos. 

2

Plaça Major

El corazón de la ciudad es una plaza pintoresca rodeada de edificios históricos y animada vida local. Aquí se puede disfrutar de la arquitectura medieval, relajarse en las terrazas de los cafés y restaurantes, y explorar los mercados que se celebran regularmente. 

3

Museo Episcopal de Vic

Ubicado en un antiguo palacio episcopal, este museo es una visita obligada para los amantes del arte y la historia. La colección incluye piezas de arte religioso, como pinturas, esculturas, tapices y manuscritos iluminados, que abarcan desde la época románica hasta el modernismo catalán. 

4

Puente Románico de Vic

Su diseño arqueado, construido con piedra tallada, evoca un encanto medieval que lo convierte en un lugar fotogénico y romántico. Cruzarlo, es como dar un paso atrás en el tiempo y sumergirse en la rica historia de la ciudad.

5

Museo de la Ciudad de Vic

Las exhibiciones abarcan desde la prehistoria hasta la actualidad e incluyen artefactos arqueológicos, pinturas, fotografías y objetos tradicionales. Es un lugar imprescindible para comprender la identidad y la evolución de la ciudad a lo largo de los siglos.

6

Castillo de Montesquiu

Una imponente fortaleza medieval situada en medio de un paisaje montañoso. El castillo, construido en el siglo X, ofrece vistas panorámicas impresionantes y alberga un museo que narra la historia de la nobleza catalana. 

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